La policía española ha detenido en siete provincias españolas a 30 personas que operaban una red de centros de “minería” de la moneda virtual bitcoin para supuestamente blanquear dinero procedente de la distribución ilegal de contenidos de televisión de pago, dijo el miércoles en un comunicado.
La investigación se llevó en conjunto con la Agencia Tributaria y en su fase final también contó con la colaboración de Europol y Eurojust.
Mediante la inversión en seis centros de “minería” de bitcoin, la red blanqueaba el dinero que obtenía por la distribución de decodificadores que permitían acceder ilegalmente a contenidos de televisión de pago, dijo la policía.
Además, los arrestados defraudaron gran cantidad de la energía eléctrica necesaria para los sofisticados equipos informáticos que se necesitan en estos procesos.
En el operativo se incautaron de 48.800 decodificadores, 183.200 euros en efectivo, 78,3 bitcoins (con un valor de 31.320 euros), 10 vehículos de gama alta, 4 motocicletas, un vehículo de lujo falsificado, una avioneta, documentación bancaria y contable y material informático.
“La operación ha permitido una de las mayores intervenciones de centros de minería de moneda virtual realizada hasta la fecha en Europa, invirtiendo las ganancias ilícitas en la creación de los citados centros para obtener la moneda virtual”, dijo la policía.
A diferencia de las monedas tradicionales, los bitcoin no se distribuyen por un banco central ni su valor está garantizado por activos físicos como ocurre con el oro, sino que son descifrados o “minados” por usuarios mediante el uso de software y equipos informáticos especiales que calculan fórmulas algorítmicas cada vez más complejas.
Estos “mineros” certifican y garantizan de esta forma las transacciones realizadas con la moneda virtual, recibiendo a cambio un número de bitcoin. A medida que el tiempo pasa y se “minan” más bitcoin, los códigos se vuelven más complicados y requieren ordenadores más potentes para resolverlos.
La moneda virtual bitcoin goza de un interés inversor creciente coincidiendo con un fase de transformación tecnológica del sector financiero que ha propiciado el auge de numerosas empresas “tecnofinancieras” (fintech) que están obligando a mover ficha a los bancos tradicionales.
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