Se ha hecho oficial el nuevo protocolo de seguridad para las comunicaciones Wi-FI. Se trata del WPA3, que fue presentado a principios de año como sucesor del anterior WPA2 que había quedado obsoleto después de ser hackeado hace un año, y con el que las comunicaciones Wi-Fi se habían estado protegiendo durante la última década.
Este nuevo protocolo ha sido introducido por la Wi-Fi Alliance, la organización sin ánimo de lucro que certifica los estándares de la red Wi-FI, con dos variantes optimizadas para el hogar y el ámbito empresarial. Sin embargo todavía tardaremos un poco en poder beneficiarnos con él, ya que no se espera que sea ampliamente implementado hasta finales del 2019.
WPA es el acrónimo de Wi-Fi Protected Access, y es la tecnología encargada de autentificar los dispositivos utilizando el protocolo de cifrado AES (Advanced Encryption Standard). La idea detrás de esta tecnología es la de intentar prevenir que terceros puedan espiar los datos que se envían mediante conexiones inalámbricas.
Buscar un nuevo sucesor para el anterior protocolo de seguridad era algo urgente, ya que el año pasado se detectaron una serie de errores en el núcleo del protocolo WPA2 que permitían que determinados atacantes pudieran leer, descifrar e incluso manipular el tráfico de las redes Wi-Fi. No se trataba sólo de una teoría, ya que los investigadores desarrollaron un exploit como prueba de concepto con el que se conseguía explotar la vulnerabilidad.
Ante aquella situación, los fabricantes de routers, teléfonos, y portátiles empezaron a parchear sus dispositivos mediante actualizaciones de firmware, mientras que por otro lado se empezó a trabajar en crear una WPA3 desde cero para intentar evitar que heredase las vulnerabilidades técnicas de su tecnología predecesora.
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