Linux adopta un código para resolver conflictos entre desarrolladores

“Si no puedes aguantar el calor, sal de la cocina”, podría haber sido el lema no oficial de la comunidad en torno al kernel Linux. Así comienza su artículo Steven J. Vaughan-Nichols en ZDNet y lo cierto es que lo borda. ¿Quién no recuerda alguna de las salidas de tono del jefazo Torvalds? Los calentones de Linus Torvalds son legendarios, pero las discusiones en las listas de correo del kernel son una constante debida por norma general a asuntos técnicos relacionados con el código. Para gestionar mejor estas situaciones, ahora se ha aceptado un “código de conflictos“, propuesto por Greg Kroah-Hartman, firmado por unos 60 desarrolladores y aprobado por Mr. Torvalds para su inclusión en el kernel, como si de un parche más se tratase. El esfuerzo de desarrollo del kernel Linux es un proceso muy personal en comparación con las formas “tradicionales” de desarrollo de software. Tu código y las ideas que aporta éste serán revisados cuidadosamente, resultando a menudo en críticas. La revisión requerirá casi siempre mejoras en el código antes de que pueda ser incluido en el kernel. Esto sucede porque todos los involucrados quieren hallar la mejor solución posible para el éxito general de Linux. Este proceso de desarrollo se ha mostrado válido para crear el núcleo para sistemas operativos más robusto y no queremos que nada disminuya la calidad del resultado final. El anterior fragmento es lo más reseñable de este “código de conducta”, que en caso de que el conflicto sobrepase un nivel, apunta a su resolución a través de un comité técnico de la Linux Foundation. Queda por ver que lo cumpla Linus Torvalds, lenguaraz donde los haya que decía eso de “mi cultura es maldecir“, y es que difícilmente cambia el finlandés: este sábado daba las gracias en Google+ a los desarrolladores de Google Calendar para Android, en resumen, por haber dejado las drogas duras y rectificar un movimiento inmensamente estúpido con la última actualización (y, quitando las formas, tenía razón). fuente